¿Cómo afectan los caramelos a la ortodoncia?

Una de las primeras preguntas y más habituales cuando nos enfrentamos a un tratamiento de ortodoncia convencional con brackets es qué se puede y qué no se puede comer.

En este artículo nuestra ortodoncista en Salamanca explicará por qué los caramelos son uno de esos alimentos que recomendamos evitar hasta que se acabe el tratamiento de ortodoncia y por qué pueden llegar a ser tan dañinos durante el mismo.

El problema del azúcar empeora al llevar ortodoncia

Si ya de por sí estos dulces no son todo lo ideales para nuestra dentición de lo que a la mayoría nos gustaría por su alto contenido en azúcares, al llevar ortodoncia se potencia mucho más esta situación. La placa bacteriana tiene más facilidad para alojarse en nuestra dentición, aprovechándose de los sistemas del aparato dental, y además es más difícil de eliminar.

Su dureza de los caramelos puede perjudicar la ortodoncia y a los propios dientes

No solo corremos el peligro de que ante una mala mordida o una reiteración constante el bracket pueda soltarse, interrumpiendo así la eficacia del tratamiento de ortodoncia hasta una nueva visita al dentista: existe un peligro mayor y es que, debido a que con este sistema de ortodoncia la fuerza se reparte por todo el diente al masticar, la pieza dental puede fracturarse con mucha más facilidad.

Lo ideal es ser paciente y dejar de lado los caramelos, por mucho antojo que tengamos, durante una temporada. Ya habrá tiempo de volver a ellos (con moderación, claro) una vez se acabe nuestro tratamiento de ortodoncia. Mientras tanto podemos recurrir a otras alternativas dulces.

Si estás pensando en someterte a un tratamiento de ortodoncia o quieres informarte sobre más detalles de esta especialidad, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y te atenderemos sin compromiso en nuestra clínica dental en Salamanca.

 

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